Tras la investigación al dictador Augusto Pinochet y sus cuentas secretas en el Banco Riggs, se determinó que llegó a tener 125 cuentas bancarias fuera de Chile. Él y su familia buscaban proteger y esconder una fortuna estimada en 27 millones de dólares.
Para ocultar esas cuentas, el banco utilizó el cambio de sus nombres y la titularidad de sus cuenta como por ejemplo pasar de “Augusto Pinochet Ugarte” a “A.P.Ugarte”, entre otros nombres.
Los bienes de CEMA Chile
Además de las riquezas mencionadas, una investigación de CIPER revisó el destino de 38 de los bienes raíces que la Fundación CEMA obtuvo en Santiago: 26 de ellos fueron vendidos en operaciones que reportaron casi US$ 7,7 millones.
Esta lógica se dio bajo el mandato del dictador, quien entregaba los bienes en forma gratuita, con los cuales Lucia Hiriart podía hacer y deshacer.
Otras propiedades de la familia Pinochet.
En pesos actuales la fortuna de Pinochet es incalculable, debido a los misterios y las jugadas que hizo el dictador para malversar los fondos en los que incluso terminaron juzgados después de 11 años de investigación, el juez Manuel Antonio Valderrama condenó a Jorge Ballerino Sandford, Ramón Castro Ivanovic, Gabriel Vergara Cifuentes, Sergio Moreno Saravia, Juan Mac-Lean Vergara y Eugenio Castillo Cádiz a 4 años de presidio con el beneficio de la libertad vigilada. La justicia en contra de los familiares del tirano nunca llegó.
Si hacemos el juego ficticio de sumar las cifras (a las cuales se pudo llegar) al momento actual sería la escalofriante fortuna aproximada de $23.965.310.036. ¿Logra leer la cifra? Si no es así, desglosemos 23 mil 965 millones, 310 mil aproximadamente. (Todo esto, sin contar los supuestos lingotes de oro, ocultos en bancos chinos del año 2006 que correspondían a 180 millones de dolares más)
El intachable militar robó escandalosamente, la historia lo recordará como un ladrón además de asesino, para peor mucho de ese dinero se logró con el trafico de armas.
Por otro lado, quieren manchar la imagen de Salvador Allende, quien murió con un pobre patrimonio. Nada en que se le pueda inculpar. Y el que así lo crea, lo llamamos a demostrarlo.
Por Cristobal Corces.
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