domingo, 10 de enero de 2016

SER


"Fui un rato a correr
y el corredizo impulsó mis pies,
no fue necesario respirar,
poco a poco floté.

Visité la playa de mi niñez,
y todos los castillos de arena que construí
el mar se los llevó,
cómo me gustaría entender
por qué todo se desarmó.

Continué corriendo 
y a la gente observé,
no entendía nada de lo que vi hasta hoy,
fue lo más raro que comprendí;
el humano es un libro de historias
que a veces vale la pena leer.

Tantas personas que conocí,
algunas me hicieron tan feliz,
otras me quisieron destruir.
La persona que fui nunca se acabó,
quizás dejé un poco de brillar,
pero mi sombra nunca se extinguió.

Paré un rato de correr,
me detuve un momento a descansar,
me subí a una roca y me detuve a mirar las olas del mar,
más de una me abrigó los pies
y otra vez me dispuse a comenzar."

No hay comentarios: