El pasado martes 8 de marzo, los restos de la colombiana de 21 años Juliana Aguirre, fueron encontrados en el Río Mapocho, pero no fue sino hasta ayer miércoles 9 en que pudo identificarse la identidad de la joven, víctima número once de femicidios en lo que va de 2016.
Esta mañana La Cuarta despertó con una polémica portada sobre el hecho, titulando “El amor y los celos la mataron”, agregando además en el contenido completo de la noticia “El amor violento de la bella colombiana descuartizada”, sumado de una serie de imprecisiones que encendieron rápidamente las redes sociales.
En Twitter, centenares de críticas por parte de hombres, mujeres y organizaciones feministas hicieron del hashtag #LaCuartaFemicida el primer trending topic a nivel nacional. La frase, que fue acuñada por el Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCAC), fue lanzada a las redes para que “No vuelva a ocurrir que los medios de comunicación pongan al femicidio como un crimen por amor, porque al hacer eso los medios también se hacen cómplices en que no se erradiquen este tipo de prácticas” señaló su directora, María Francisca Valenzuela.
No es la primera vez que La Cuarta simplifica un hecho de violencia contra las mujeres. En septiembre de 2015, el título “Hizo anticucho con la polola” sobre un intento de femicidio, también dio cuenta de la trivialización del tema por parte del diario, cuya línea siempre ha estado cargada a la cosificación de las mujeres, a las que constantemente exhibe como objetos sexuales.
Consultada ante esta nueva portada, María Francisca Valenzuela opina: “Todavía existe una idealización y mala comprensión de lo que es el femicidio en Chile. Son crímenes de odio hacia las mujeres, no tienen que ver con celos, amor o locura, por lo tanto tenemos que dejar de usar como recurso el amor para justificar estos asesinatos”.
En su interior, el texto incurre en errores y mal uso de la información al asegurar que este es el cuarto femicidio de 2016, cuando Juliana Aguirre es la víctima número once en lo que va del año. Lejos de profundizar sobre este tipo de crímenes que están ligados a la violencia contra la mujer, el tratamiento de este y otros medios de comunicación parece invisibilizar al femicida, matizar el crimen y banalizar la violencia.
Ante esto, desde el OCAC, su directora agrega: “Otro error es patologizarlo cuando no tiene que ver con una patología. El femicida es una persona que cometió un crimen en todos sus sentidos. Muchas veces cometemos este error, pensamos que la persona estaba mal o enferma, pero en general el femicida tiene un desplante social muy bueno, y estas conductas violentas son sólo en su hogar, contra su pareja, por lo tanto no tiene que ver con una conducta patológica”.
Ante esto, desde el OCAC, su directora agrega: “Otro error es patologizarlo cuando no tiene que ver con una patología. El femicida es una persona que cometió un crimen en todos sus sentidos. Muchas veces cometemos este error, pensamos que la persona estaba mal o enferma, pero en general el femicida tiene un desplante social muy bueno, y estas conductas violentas son sólo en su hogar, contra su pareja, por lo tanto no tiene que ver con una conducta patológica”.
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