"Heaven Adores You" es el tercer lanzamiento póstumo de Elliott Smith, compuesto de las canciones que musicalizan el documental del mismo nombre, aparecido el año pasado.
Al contrario de "From a Basement on the Hill" (2004), el disco en que el malogrado solista trabajaba antes de morir, y "New Moon" (2007), una retrospectiva doble con descartes de su tiempo en el sello Kill Rock Stars, esta banda sonora no responde a un criterio muy específico: lo único que tienen en común sus 20 temas es que forman parte de la cinta y las eligió un compañero de colegio de Smith, Kevin Moyer, quien supo del proyecto mediante la campaña de Kickstarter para financiarlo.
El soundtrack aglutina material de diverso origen: encarnaciones prematuras de canciones posteriormente editadas, antiquísimas tomas caseras, capturas en vivo, rodajas de álbumes. Arranca con un registro de cuando Smith tenía 14 años y vivía en Texas, 'Untitled Finger Picking', grabado en cuatro pistas de noche donde unos amigos. Desde ese punto tan temprano ya es posible apreciar su afinidad con la guitarra, abordada hábilmente en las múltiples partes de la compleja 'Untitled Melancholy Song', una de las ideas que barajó para el debut "Roman Candle" (1994).
Si bien Smith, en sus últimos años de vida, parecía esmerado en destrozar su reputación como alguien confiable para trabajar, con numerosas infracciones al profesionalismo y conciertos para el olvido, "Heaven Adores You" es un recordatorio de que su talento no venía del cielo, sino de un profundo compromiso con el oficio de la cantautoría que implicaba búsquedas infructuosas y horas sopesando ocurrencias. Probaba por aquí y por allá para ver qué le acomodaba mejor. 'Christian Brothers', que sale en el disco homónimo de 1995 en modo solitario, figura tocada por su grupo, Heatmiser, durante los días finales de su existencia, la época previa a "Mic City Sons" (1996), y viceversa: un tema de ese álbum, 'Plainclothes Man', recibe el tratamiento solista.
La semilla de 'Fear City' (incluida en "Blue Moon") se encuentra en 'Don't Call Me Billy', que fue mutando tanto como 'Coast to Coast', cuyo germen era mucho menos psicodélico de lo que se publicó finalmente en "From a Basement on the Hill". Aparentemente no había barreras para lo que Smith podía hacer: su contraparte en Heatmiser, Neil Gust, lo acompaña en la batería de 'Hamburgers', un experimento de tez morena en el que se hace cargo de las teclas, y que el curador Kevin Moyer compara atinadamente con los instrumentales de los Beastie Boys.
Los límites vendrían después, con el reconocimiento público que nunca le acomodó, como evidencian los primeros segundos de "Heaven Adores You". La deficiente rendición en vivo de la siempre enternecedora 'Say Yes', extraída del festival Yo Yo A Go Go de 1997, comienza con el público exigiendo que haga "la canción sobre la chica", aunque en el documental se entiende mejor por qué la usan (para hablar sobre su ex pareja, Joanna Bolme). Otra captura en directo, 'Miss Misery', retrata el inicio de su notoriedad: fue la primera vez que salió en TV, en el late show de Conan O'Brien, 18 días antes de presentarse con su memorable traje blanco en los Oscar.
Aunque no son necesariamente los mejores minutos de Smith, las partes que arman esta banda sonora constituyen un todo emocionante. En especial si se accede a la historia detrás de ellas. 'Unknown Song' suma valor reparando en que está hecha a lo amigo, con la grabadora de ocho pistas de Quasi, su banda telonera y de apoyo a fines de los 90. Ocurre lo mismo con la sobrecogedora 'True Love', un testimonio de sus días negros, trabajado casi a la fuerza ante la insistencia del productor Jon Brion, pendiente de mantenerlo sobrio. Al cierre, 'I Love My Room', de mediados de los 80, en la que canta fascinado sobre las comodidades de su pieza; una nota más traviesa, perfecta para matizar a la persona detrás del personaje. Como corresponde.
Por Andrés Panes.
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