Patricio Aylwin Azócar, el presidente que construyó la democracia de Chile tras los diecisiete años de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), murió ayer a los 97 años, con un lugar preferente asegurado en la historia de su país.
Figura histórica del Partido Demócrata Cristiano chileno, del que fue uno de los fundadores en 1957, Aylwin fue senador y presidente de esa rama legislativa durante el Gobierno de Salvador Allende (1970-1973), del que su partido fue opositor.
Al ocurrir el golpe con el que Pinochet derrocó a Allende, Patricio Aylwin era el presidente de su partido, con una posición favorable a la intervención de las Fuerzas Armadas, pero ya en 1978 su posición había cambiado e integró el "Grupo de Estudios Constitucionales", llamado también "Grupo de los 24", con juristas de distintas corrientes políticas.
Aylwin emergió como líder del proceso democrático al presidir nuevamente su partido entre 1987 y 1989, año en que fue designado candidato a la Presidencia de Chile.
Tras ser elegido en primera vuelta con el 55,2% de los votos, Aylwin afrontó un proceso de transición a la democracia plena con una política que privilegió los acuerdos entre los distintos sectores políticos.
LA ALEGRÍA YA VIENE Y EL APOYO AL GOLPE MILITAR
La figura de Patricio Aylwin no logró consolidar una imagen de apoyo transversal, especialmente luego de que mostrara una visión favorable al Golpe Militar efectuado en 1973 y ser uno de los opositores más destacados a la UP.
En una declaración pública leída a la prensa extranjera, el 17 de septiembre de 1973, Aylwin dijo ante la prensa extranjera que: “el gobierno de Allende había agotado, en el mayor fracaso, la ‘vía chilena hacia el socialismo’, y se aprestaba a consumar un autogolpe para instaurar por la fuerza la dictadura Comunista”.
En una entrevista otorgada en 2012 a El País, Aylwin aseguró que Salvador Allende no era un buen político, porque de haberlo sido, su gobierno no habría derivado en un Golpe Militar.
“Allende terminó demostrando que no fue buen político, porque si hubiera sido buen político no habría pasado lo que pasó”, dijo el falangista.
De igual modo, Aylwin consideraba que el derrocamiento de la Unidad Popular se debió a que Allende quedó atrapado entre algunos grupos de izquierda, los que enturbiaron el ambiente político chileno.
“Sectores de PS, empezando por Altamirano, enturbiaban la convivencia nacional, la relación entre La Moneda y la oposición, y no ayudaban en nada al presidente”, declaró el otrora mandatario.
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