"Que descuidado soy,
otra vez sin darme cuenta
te perdí.
Es que soy tan olvidadizo
que no me acordé que me amabas,
y ahora estoy aquí;
extraviado.
Las sábanas ya no abrigan tanto como anoche,
el frío vuelve a entrar a la habitación,
no hay miles de frazadas que me puedan abrigar
si bajo ellas no estás tú.
Y lloré, y caí, y perdí, y morí.
Ya no quiero subir al autobús,
pagar el pasaje y sentarme
en el mismo asiento incomodo
en el que un día me dormí.
No quiero bajarme en el paradero del dolor
y terminar chocando contra el suelo otra vez,
sé que siempre me costó volver a empezar,
es por eso que no sé si lo vuelva a intentar.
Y lloré, y caí, y perdí, y morí."
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