martes, 16 de agosto de 2016

IRIS



"El crepúsculo del atardecer
me ha hecho a acordar del destello
de tu vestido azul,
nunca hubieron tantos horizontes
que resplandecieran la oscuridad
de mis ojos negros.

Tú me ayudas a ver el claro amanecer,
entre velas y luces aclaramos las sombras
que por las noches suelen desaparecer.
Es que siempre estuviste ahí
cuando yo creía que el olimpo del viento
se había llevado todo el aroma de la felicidad.

Me mostraste que esta vida puede ser
lo que nosotros siempre quisimos que fuera,
algo muy parecido a la realidad
de cuando quieres caminar por los colores
de la sicodelia que existe en la solitaria sensación.

Nunca más olvidaré que la vida es enigmática,
que siempre tiene planeado algo
que nunca estuvo en nuestra imaginación,
es por eso que ya no me preocupo si algo sale mal;
total ella se encargará de encajar las piezas
que ayer no pudieron calzar.

Y vamos a caminar de la mano sobre el mar,
los animales submarinos nos impulsarán
hasta llegar a ese viejo arcoíris 
que un día me prometiste que íbamos a alcanzar."

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