jueves, 4 de agosto de 2016

LA VIDA MÁS ALLÁ DEL PUNK

Huyendo de Sex Pistols, John Lydon fundó PiL y acabó de único miembro estable, mientras ingeniaba cómo seguir la filosofía punk sin sonar como tal. Una banda con alineaciones de lujo por la que han desfilado ex miembros de The Clash, Cream y Siouxie and the Banshees, y el virtuoso Steve Vai. El 14 de agosto debutan en Santiago.

"Quería hacer algo completamente nuevo y refrescante, algo diferente de lo que con los Sex Pistols se había convertido rápidamente en una fórmula". Primeros meses de 1978 y John Lydon sigue siendo una estrella de rock de las grandes en Inglaterra, pero no tiene banda. Baraja nombres. Piensa en Marco Pirroni, el creativo guitarrista de Adam & the Ants, también en su amiga Chrissie Hynde de The Pretenders, quien ha intentado enseñarle a tocar guitarra sin éxito. 

Finalmente John insistirá en una maniobra que ya había aplicado en sus odiados Pistols: traer a un amigo aunque no supiera tocar. Si lo había hecho con Sid Vicious, el turno sería de su compadre de la niñez Jah Wobble, que a diferencia del bajista tristemente célebre, si tenía talento y aprendió en poco tiempo. Para la guitarra escogió a Keith Levene. Compartían un mutuo desprecio por The Clash, donde Levene había militado en 1976. "Una vez, en un concierto de los Pistols, entre bastidores, me comentó lo harto que estaba del grupo. Decía que él hacía todo, que escribía las canciones y que luego nadie le respetaba". Reclutado. En batería el puesto quedó para un completo desconocido, el canadiense Jim Walker. "Yo quería formar un consorcio de chiflados con puntos de vista similares, dispuestos a saltar al siguiente universo sin ninguna herramienta, que encontrara su propio camino y se convirtiera en una posibilidad interesante. Y así fue, porque no seguimos ningún estándar o cliché musical".

La primera canción que escribieron fue 'Public Image'. Lydon tomó el título de un libro que cuenta la historia de una actriz promedio convertida en un ser insoportable gracias al aparataje publicitario. El asunto preocupaba al cantante que venía de la sobreexposición de los Pistols. "No quería que eso me pasara a mí o a mi imagen". Una canción fenomenal que estableció varias cosas: Lydon quería ampliar su paleta de vocalista, Walker manejaba buen pulso, Wobble tenía dedos para el bajo y Levene era un genio. "Fue el momento de mayor libertad, como escapar de golpe de la trampa de los Pistols. Concebimos y escribimos la canción en una sala de ensayo cerca del puente de Londres. Wobble comenzó a experimentar con el bajo, Walker se trabajó ese ritmo de una forma sencillamente excepcional y Keith estaba ahí, totalmente concentrado, siguiéndolos, disfrutando a tope de lo que hacíamos. Estábamos inventándonos algo distinto que fluía de forma natural; todo parecía encajar perfectamente y las palabras simplemente brotaban".

A diferencia de la mayoría de los músicos provenientes del punk, Levene no ocultaba su gusto por artistas progresivos como Wishbone Ash, en tanto aseguraba que Steve Howe de Yes le había dado clases. Y hasta el día de hoy acusan a The Edge de robar su sonido, al menos en los primeros álbumes de U2. "Cuando nos juntamos su forma de tocar me dejó alucinado (...) Intenso, cautivador, extremadamente inspirador", proclama Lydon. El talento de Levene resulta fenomenal, por ejemplo, en la guitarra aparentemente aturdida de Poptone del segundo álbum "Metal Box" (1979). Su creatividad era inversamente proporcional a su empatía. Desde el inicio se llevó pésimo con Wobble, quien a su vez descargaba frustraciones con Walker. El canadiense grabó el debut y dijo adiós. En "Metal Box" rotaron tres bateristas. El álbum, según la guía 1001 discos que hay que escuchar antes de morir "era, en muchos sentidos, el sonido de un grupo sin futuro". A la altura de "Flowers of Romance" (1981), el tercer título, no había bajista y simplemente prescindieron del instrumento en un trabajo que con los años sigue siendo áspero y abstracto, con máquinas de ritmo y un Levene sumido en la heroína y desinteresado de las guitarras en favor de los sintetizadores. 

PiL es la banda de John Lydon pero también es un listado de grandes guitarristas y otros músicos de primera línea. A la manera de David Bowie, el cantante ha dedicado su vida a codearse con algunos de los más inventivos y reputados en el puesto de las seis cuerdas. En "Album" (1986) no solo inscribió un hit como 'Rise', sino que contó con Steve Vai, la batería se la repartieron el legendario Ginger Baker de Cream y el virtuoso Tony Williams (Miles Davis), Ryuichi Sakamoto aportó sintetizadores y produjo Bill Laswell. Los últimos años de la primera etapa de PiL (en 1992 la banda entró en receso) tuvieron al fallecido John McGeoch en guitarra, reputado por integrar emblemas del post punk como Magazine y Siouxsie and the Banshees, y Lu Edmonds, ex miembro de The Damned.

En 2009 Lydon filmó un comercial para una mantequilla, por ahí lo ridiculizaron desde las ligas del rock, pero el spot fue exitosísimo. Según el cantante las ventas de la mantequilla británica se incrementaron un 85%, y con el dinero ganado puso a rodar a PiL nuevamente. De las antiguas alineaciones recuperó a Edmonds, que había abandonado a la banda a fines de los ochenta, y el baterista Bruce Smith. Al bajo y teclados llegó Scott Firth, un sesionista con un currículo amplio que incluye desde las Spice Girls, a Morcheeba y Steve Winwood. Como cuenta en su autobiografía "La ira es energía", "al final, todo salió bien: ahora tenemos nuestro propio sello, PiL Official Ltd, y nuestra propia compañía de publicidad. Y toda esta libertad la conseguí gracias a esos anuncios".


Por Marcelo Contreras.

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