El quiebre de Dillinger Escape Plan no tiene nada que envidiarle en civilidad al de R.E.M. Como todo lo que ha hecho el grupo desde su aparición, un hito en la historia del metal cuyas repercusiones todavía no terminan de ser calculadas, su adiós también ha sido un acto de perfecto entendimiento entre cada una de las partes involucradas.
Por estos días, The Dillinger Escape Plan emociona en su gira final, con decenas de seguidores sobre el escenario e incluso Dimitri Marinakis volviendo a cantar para un par de temas, además de Greg Puciato tirándose de balcones y dándole mordiscos a la hamburguesa de un fan. Básicamente una colección de momentos para dejar arriba el nombre de la banda, que ni siquiera da pasos en falso mientras emprende la retirada. “Dissociation”, su álbum de despedida, les permite salir por la puerta grande, jactándose de una discografía sin fisuras.
Antes de dar su último suspiro, The Dillinger Escape Plan emprende una larga vuelta olímpica que recorre las diferentes inspiraciones de su música. Cuando “Dissociation” termina, hemos pasado por más giros dramáticos que un episodio de Black Mirror. Una canción como 'Wanting Not So Much to as To' arranca en la veta clásica del grupo, ese familiar metal extremo, para luego transformarse en una gema progresiva sin nada que envidiarle a Mastodon. Y así va pasando a lo largo del álbum, con 'Low Feels Blvd' a modo de recordatorio de la enorme influencia que ejerce el jazz en Dillinger Escape Plan, mientras 'Fugue' se inclina hacia el lado Aphex Twin de las cosas. Si otro “Calculating Infinity” que cambie el mundo a su alrededor ya no es una opción, al menos este “Dissociation” sirve de manual ilustrado sobre las bondades del eclecticismo a la hora de reinventar el metal.
Un par de temas resultan simbólicos. Primero, 'Honeysuckle', la clásica canción de Dillinger Escape Plan que parece tener ganas de autodestrozarse, o al menos, de romper la jaula que la aprisiona. Segundo, 'Dissociation', situada al cierre, una cruza de Deftones y Mahavishnu Orchestra que termina descomponiéndose igual que el grupo. Resulta totalmente comprensible que, entre el ánimo pernicioso que representa 'Honeysuckle' y la acumulación de elementos que encarna 'Dissociation', The Dillinger Escape Plan no haya dado abasto para contener tanto. La dispersión, que en un análisis sesudo de “Dissociation” calificaría como el mayor pecado del disco, acá se vuelve significativa y decidora. No deja de ser valioso que la banda se vaya con las manos tan llenas de ideas como cuando llegó.
Por Andrés Panes.
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