domingo, 2 de abril de 2017

PLACEBO - A PLACE FOR US TO DREAM

La angustia adolescente de Placebo cumplió veinte años y editó el recopilatorio “A Place For Us To Dream”, como parte de las celebraciones iniciadas en octubre pasado, que además incluyeron la reedición en vinilo de todo su catálogo, antes solamente disponible a elevados precios, debido a la escasa producción de long plays durante los 90's.

Su más reciente single ‘Jesus’ Son’, incluído en su extended play “Life’s What You Make It”, junto al cover de la canción de Talk Talk del mismo nombre, sigue mostrando la habilidad de Molko para las melodías happy-sad, herederas innegables de The Cure. El repaso por los singles de la banda, desde los fieros comienzos con ‘Come Home’ y ‘Teenage Angst’, la llegada del éxito de la mano de ‘Every You Every Me’, ‘Pure Morning’ y la versión de ‘Without You I’m Nothing’, registrada junto a su fallecido mentor y amigo, el colosal David Bowie, se unen a la sofisticación estilística de “Black Market Music”, en ‘Taste In Men’, ‘Slave To The Wage’ (importante recordar el sample de ‘Texas Never Whispers’ de Pavement) y ‘Special K’.

La recopilación anterior de Placebo, “Once More With Feeling”, lanzada en 2004, llegaba precisamente hasta “Sleeping With Ghosts”, incorporando los bonus ‘I Do’, ‘Twenty Years’ y ‘Protège-Moi’ (la versión en francés de ‘Protect Me From What I Want’), esta última, la única novedad de aquella colección rescatada en esta ocasión. La melancolía de “Meds”, se abre paso con ‘Song To Say Goodbye’, ‘Infra-Red’, ‘Broken Promise’ (aquél dúo con Michael Stipe), acompañada de ‘B3’, perteneciente al extended play del mismo nombre, editado en 2012. ‘Loud Like Love’, ‘A Million Little Pieces’ y ‘Bright Lights’, de sus dos trabajos más recientes, “Loud Like Love” y “Battle For The Sun”, tienen su momento, junto a la excelsa rendición que hizo la banda de ‘Running Up That Hill’ de Kate Bush, y versiones alternativas de las clásicas ‘36 degrees’ (registrada en 2016) y ‘I Know’ (en 2008).

Disponible en ediciones limitadas en vinilo de color rosado, esta precisa antología marcha a la contra de los tiempos. En un mundo donde Spotify parece haber matado a los antes populares álbumes de grandes éxitos (The Libertines editaron uno con sólo 2 discos, hace 10 años), uno empieza a preguntarse, ¿y por qué no existe un recopilatorio de esas máquina de hits llamada Coldplay, o de la inagotable Pj Harvey?. Artefactos ideales para los fans ocasionales, receptáculos de pequeñas joyas para los completistas, o simplemente el vehículo perfecto para recordar aquellos discos que marcan etapas, siempre serán un lugar para soñar.



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