A 8 años de la muerte en acción del compañero Mauricio Morales hemos realizado este artículo actual para mantener viva la memoria combativa de personas de carne y hueso que han pasado a la ofensiva en busca de la ansiada libertad.
Mauricio Morales fue un compañero de los tantos que deciden día a día diversificar las formas de lucha, no siendo esto excluyente a su hermoso accionar cotidiano. Mauricio no era un bombardero como únicamente se lo quiere ver o como un terrorista señala el poder, era como cada uno de nosotros, hijos de las miserias del mundo capitalista que vivimos en constante contradicción.
La mañana del 22 de Mayo del 2009 nos levantamos con una herida incurable, nos golpeó gravemente la noticia de la muerte en acción de un rebelde. El corazón anárquico de Mauricio Morales había dejado de latir, su cuerpo sin vida yacía en medio de la calle Ventura Lavalle en Santiago centro, sólo a pocos metros de la escuela de Gendarmería de Chile. El artefacto explosivo con el que pretendía atentar contra ese símbolo de la sociedad carcelaria detonó inesperadamente, causando su deceso y desatando una tragedia. Una bicicleta, un puñal y un revolver lo acompañaron en sus últimos suspiros… nuestras lagrimas lo acompañaron cuando su cuerpo volvió a la tierra.
Este día recordemos al “Punky Mauri”, con sus ideas/acciones y también con todas sus contradicciones, con su vida inquieta y su burlesca alegría. Hoy a 8 años de este suceso levantémonos con una irreductible sonrisa cómplice, hermanándonos con la urgente necesidad de ataque, intensificando nuestro latente impulso de destruir esta sociedad, encendiendo nuestros apasionados deseos de libertad. Este Mayo del 2017 procuremos que viva la anarquía.
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