martes, 4 de julio de 2017

GEPE - CIENCIA EXACTA

Gepe, un artista proteico y flexible, muy dado a transformarse de un lanzamiento a otro, propone en "Ciencia exacta" un nuevo ángulo, aunque esta vez no se trata de un notorio giro estilístico, sino de una especie de síntesis de todo lo acontecido entre el arcaico EP "5x5", editado en un netlabel de vocación outsider (Jacobino Discos), y el pulido "Estilo libre", diseñado para atraer al gran público. El sexto disco del sanmiguelino tiene un poco de cada una de las facetas que le conocemos: va desde el cantautor estudioso del folclor ('Flor del canelo') hasta el romántico inspirado por lo cotidiano ('Abrir la puerta').

Lo que diferencia a "Ciencia exacta" de sus antecesores está en la actitud. La versión 2017 de Gepe supera en arrojo a las anteriores: no tiene miedo de bajar las defensas y exponer su intimidad. La tónica del disco son una serie de canciones de amor escritas en un lenguaje casi desprovisto de metáforas, pedestre y tangible, en la veta de ese hito en su carrera que fue 'Fruta y té', pero ahora tan acarameladas que, de seguro, le resultarán empalagosas a cualquiera que no sintonice la frecuencia del amor más exultante, ése que hace que las personas quieran expresarle al orbe entero las emociones que entibian su corazón.

Cuando Gepe dice "tuya es la cara más bella del mundo" en la dulce 'Hoy', todo el mundo sabe que le está hablando a una famosa actriz de la tele. Su relación con ella está en la pauta de la prensa rosa y es, además, el eje central de "Ciencia exacta", así que se vuelve imposible de ignorar a la hora de comprender el disco. Que alguien abra de esa forma las puertas de su vida privada siempre es riesgoso, pero Daniel Riveros maneja la situación con la confianza que ha ido ganando desde sus tímidos inicios en Taller Dejao, parado en los firmes cimientos de una carrera sólida. Además, en los tiempos que corren, incluso hay modelos de éxito basados en compartir intimidades. Sólo hay que pensar en Mac DeMarco, que ha hecho públicas a su madre y a su pareja, y cuyo último disco habla de frentón sobre su padre ausente y drogadicto. Que Gepe cuente cómo pasa los domingos ('Cine en tu cama') no es nada al lado del solista canadiense que ha llegado al extremo de finalizar un EP dando la dirección real de su casa e invitando a que pasen a saludarlo para tomar café.

Nuevamente asesorado por Cristián Heyne, la clase de productor que descifra a un músico y potencia su personalidad subiéndole el volumen al máximo, el hijo pródigo del indie santiaguino no sólo transmite su júbilo en canciones románticas e idílicas, sino también tocando un apaciaguado ska ('Hoy día me lanzo') o citando al clan Parra por la vía de Los Tres ('Hasta cuándo con'), que dan la impresión de ser la clase de ideas que, usualmente, hubiesen quedado fuera de un disco suyo, pero que caben cómodamente dentro de "Ciencia exacta" y su discurso que ensalza la espontaneidad y, de paso, desprecia un poco la sofisticación.

Hablamos de un álbum que congenia en ánimo con música que nunca ha sido descrita con los adjetivos que, alguna vez, le correspondieron a Gepe: vanguardista, alternativo, etc. La placidez reggae de 'Hablar de ti', con ese coro que dice "me encanta esa manera en ti", es como el 'Baby I Love Your Way' de su cancionero, mientras un tema como 'Ojos que no ven' queda a centímetros de algo que Juanes convertiría en un éxito latino, ratificando el atractivo de su costado más comercial. Aunque es un disco desordenado, de "Ciencia exacta" se sale con la sensación de que sólo pueden pasar cosas buenas cuando el pop y el amor están del lado de uno.



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