No hay que escarbar mucho en la discografía de Mac DeMarco para encontrar alusiones a su padre, ausente durante su crianza y conflictivo como figura debido a una serie de excesos con el alcohol y las drogas.
En 'Cooking Up Something Good', la primera canción de su álbum debut, "2" (2012), el solista canadiense habla sobre un papá que cocina metanfetamina en el sótano familiar, y para que no queden dudas sobre la naturaleza de la letra, en la versión en vivo que aparece en "Live and Acoustic Vol. 1" (2013), confirma que se trata acerca de su progenitor.
Hace poco, DeMarco pensó que su padre moriría debido a una enfermedad que lo tuvo a muy mal traer. De aquel trance tan complejo salieron varias de las canciones que hoy conforman "This Old Dog", el tercer disco de una carrera en franco ascenso, encargado de darle sucesión a "Salad Days" (2014), que vendió cien mil copias según apuntan The Guardian y el New York Times. Hablamos de contenido íntimo y al mismo tiempo expuesto al escrutinio de una amplia audiencia, algo que puede ser complejo, pero que nadie sabría manejar mejor que DeMarco. Como personaje, una de sus características ha sido abrir las puertas de su vida privada, de hecho, el mini-LP "Another One" (2015) termina con la dirección de su casa y una invitación a tomar café para quienes pasen a saludarlo.
En "This Old Dog", las confesiones son de alto calibre y vienen acompañadas de un giro musical hacia lo acústico, aunque desde la estética slacker de siempre, que contrasta en su relajo con las tribulaciones de un veinteañero que no sabe muy bien qué hacer con sus emociones. "Te diría 'nos vemos' si creyera que nos veremos después, y te diría que te amo si lo hiciera, es tan extraño decidir cómo me siento sobre esto", dice en 'Moonlight on the River', donde busca resignarse a la finitud de la existencia humana a raíz del potencial fallecimiento de su viejo. De mayor espesor aun en cuanto a temática, 'Watching Him Fade Away' cierra el disco provocando escalofríos: "Y aunque apenas nos conocimos, aun duele verlo desvanecerse". Lo más liviano que DeMarco dice sobre su padre, en 'My Old Man', al comienzo del álbum, es que se siente cada vez más parecido a él cuando se mira al espejo, y cuando las canciones terminan, esa afirmación se vuelve brutal.
Con todo, "This Old Dog" no sólo es "el disco de Mac DeMarco sobre su papá". Tiene varias canciones acerca de un amor distinto, más firme y menos dramático: el de su novia, Kiera, parte importante de su mitología, un nombre familiar para cualquiera de sus fans (que en este rincón del mundo no son pocos). A ella le dedica el tema titular, en el que compara su fidelidad con la de un perro viejo, así como la soulera 'For the First Time', en la que se consuela por echarla de menos esperando la alegría de volver a verla. Detrás de las constantes payadas, como introducirse una baqueta por el ano en pleno concierto hasta ser entrevistado por su mamá, en Mac DeMarco siempre se ha escondido un cantautor de excepción al que vale la pena tomarse en serio. "This Old Dog" permite apreciar mejor que nunca que el tipo es mucho más que la versión indie de Tom Green.
Por Andrés Panes.
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