lunes, 13 de noviembre de 2017

PREOCUPACIÓN POR ÁCIDO EN MEJILLONES

“Aún no se presenta ningún funcionario público de las carteras regionales de Salud para dar la cara por el tema del consumo de los alimentos del mar contaminados ni el Seremi de Medioambiente para reconocer el impacto de esta situación en la fauna marina. No hay entidades gubernamentales que  se pronuncien sobre el tema. Estamos a la espera de una respuesta de la Fiscalía para que se haga cargo de esta situación”, alegaron pescadores de Mejillones, tras el derrame de ácido sulfúrico que el mes pasado afectó a Mejillones.

A pesar de que en un primer momento el dato pasó desapercibido, incluso para las poblaciones afectados, en las últimas semanas se filtró la noticia que la operación de descarga de ácido sulfúrico para ser utilizado por Minera Centinela -perteneciente a Antofagasta Minerals del Grupo Luksic- produjo un derrame de 2.400 litros tras la rotura de un tubo en una embarcación en el terminal de ácido de caleta Michilla, ubicado al norte del balneario Hornitos, en la Región de Antofagasta.

“Las aguas de Mejillones fueron contaminadas por la negligencia de una empresa minera que esta vez  derramó un tóxica sustancia como es el ácido sulfúrico, poniendo en riesgo el ecosistema del lugar y la salud de los habitantes. Se deben exigir las medidas necesarias serias para evitar que los derrames sigan ocurriendo en nuestros mares”, indicó Mauricio Ceballos, vocero de Greenpeace.

Hasta el momento, el Terminal Marítimo Michilla, mediante una declaración de prensa, ha explicado que efectivamente hubo una filtración, aunque ésta habría sido de apenas un minuto, añadiendo que “las condiciones en la costa de Antofagasta son normales” y que se detuvieron las operaciones del terminal.

Por su parte, el Seremi de Medio Ambiente, Felipe Lerzundi, consultado por el tema ha dicho que no está dentro de sus facultades fiscalizar estos hechos, pero que igualmente “se controló la emergencia y no se autorizará la operación hasta que se demuestre que no volverá a ocurrir un derrame de ácido”.

El ácido sulfúrico se ocupa en minería para llevar a cabo el proceso de lixiviación, proceso hidrometalúrgico que permite obtener el cobre de los minerales oxidados que lo contienen, aplicando una disolución de ácido sulfúrico y agua. En definitiva, se trata de una sustancia química corrosiva, que produce vapores altamente tóxicos para el ambiente y la salud de las personas. De hecho, produce quemaduras graves, además de irritar vías respiratorias, oculares y mucosas. Y su contacto con el mar es especialmente complejo, ya que el ácido sulfúrico destruye toda materia orgánica.

“La Fiscalía de Mejillones junto a las autoridades marítimas deberían estar investigando las responsabilidades y las precisiones sobre el impacto ambiental que pudo haber generado el derrame en la fauna marina de la zona, aún no tenemos respuesta y exigimos sanciones para los responsables. La municipalidad de Mejillones recabó antecedentes de esta situación mediante un registro fotográfico que da cuenta de la situación del lugar. Tenemos pruebas que el derrame tuvo impactos en la fauna del lugar”,  dijeron las organizaciones ambientalistas locales.

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