Desde su gran regreso a la escena mundial en 2004, cada nuevo disco del quinteto sueco de Upplands Väsby siempre ha sido muy diferente uno de otro. Cada placa tiene un sonido único y muy particular, donde el grupo nunca repitió productor e incluso optó por la autoproducción en el sensacional “Secret Society” (2006).
Quizás por ello, e hilando muy fino, con el resultado sobre la mesa se puede especular que repetir el trabajo con el productor norteamericano Dave Cobb (Rival Sons), finalmente no fue la decisión más acertada, pues “Walk the Earth” suena como una segunda parte de su anterior y aclamado “War Of Kings” (2015), aunque con menos brillo, resolución e inspiración. Que no se mal entienda el concepto, en manos de una banda ignota, “Walk the Earth” sería un triunfo glorioso, pero considerando el altísimo estándar de calidad al que los propios Europe nos tienen acostumbrados, el nuevo disco suena algo apurado, con algunas ideas que con más tiempo de maduración y desarrollo hubieran llegado a mejor puerto.
Grabado análogamente en los ultra afamados estudios Abbey Road (The Beatles, Pink Floyd) de Londres, el disco suena prácticamente idéntico que “War of Kings”, donde el grupo da rienda suelta a sus influencias del primer Rainbow y Deep Purple. El inicio con el tema titular resulta ampuloso y con un gran ambiente, aunque quizás la canción está demasiado fragmentada en sus diferentes secciones, marchitando el clímax de la misma. Los coros infantiles que adornan el tema es un recurso que la banda ya había usado antes en la grandiosa ‘Let the Children Play’ de su disco “Secret Society”. La siguiente ‘The Siege’ es una de las mejores canciones de la placa, con un beat durísimo de la gran base rítmica de John Levén en bajo e Ian Haugland en batería. Tempest ha rebajado algo su tono más agudo, pero ese rango medio le funciona a la perfección; por su parte John Norum nos entrega su mejor personificación del gran Ritchie Blackmore en el solo, pues la canción es puro Rainbow. La letra habla de la Revolución Francesa, cuando Napoleón derrotó a los aristócratas y dio inicio a la democracia en Francia. En algún momento Tempest barajó la idea de realizar un disco conceptual basándose en el origen e importancia de la democracia dentro de la historia de la humanidad, por ello canciones como ‘Kingdom United’ y ‘Election Day’ abordan una temática similar en sus letras. A propósito de ‘Kingdom United’ en ella se refleja quizás la urgencia y el apuro por terminar luego el disco (sin haber motivo, porque el álbum anterior salió hace apenas dos años); la canción presenta una idea base muy buena y unos grandes coros grandilocuentes sampleados por los teclados del gran Mic Michaeli (el que más destaca en el disco en mi opinión), pero la canción es muy corta y se termina muy abruptamente, algo similar a lo que ocurre en la más rápida y punzante ‘Whenever You Ready’, con ambas quedando por debajo de los tres minutos de duración, las canciones más cortas en la historia de la banda.
‘Pictures’ es una grandiosa balada muy melancólica, donde los fraseos vocales de Tempest recuerdan mucho al “Duque Blanco” David Bowie y casi con total seguridad es un tributo y un homenaje al héroe caído, como se puede apreciar en algunos guiños de la lírica. El gran piano de Michaeli acompaña de una forma fantástica, haciendo un pequeño solo con una melódica y minimalista progresión de notas, en otro de los grandes y más rescatables canciones del disco; totalmente finísima y elegante y es de esperar que el grupo la interprete en vivo.
‘Wolves’ tal vez sea la menos digerible del LP, tiene un ambiente coral que quizás podría recordar al material más sicodélico de The Doors, sobre todo por el uso del órgano Hammond B3, pero la densa línea de bajo también tiene mucho de Alice in Chains. La voz de Tempest queda casi perdida en la mezcla, aunque más que cantar va susurrando las frases. El solo de Norum eso sí es de lo mejor del disco, muy bueno y emotivo. ‘GTO’ es puro Purple del período “Machine Head” por lo que estamos hablando de Hard Rock de categoría con un Tempest que aquí si que va bien arriba con su voz, mientras que ‘Haze’ es una canción tan “sabbathica” que perfectamente podría estar en el disco “13”. El gran final llega con otra balada de nombre “Turn To Dust” conducida magistralmente por el teclado de Mic Michaeli quien compuso la música. Fácilmente puede ser la mejor balada de esta nueva etapa de la banda, con un Tempest genial y un Ian Haugland con un peso y balance sensacional en la batería que recuerda en todo momento al tremendo John Bonham de Led Zeppelin.
Queda entonces en el final esa sensación agridulce de que el disco podría haber sido mejor de lo que realmente es, ajustando algunos detalles por aquí y por allá, pero es que Europe ha sacado discos tan buenos y casi perfectos que en algún momento tenían que rebajar un poco el nivel; de todas formas el álbum posee al menos cinco canciones que en directo cobrarán un nuevo nivel de genialidad.
Por Cristián Pavez.
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