La violencia institucional y brutales negligencias del SENAME construyen, en parte, el colérico regreso de Intenta Detenerme, otro espejo referencial para realzar la importancia de los esquemas políticos y mensajes dentro del hardcore.
Para los seguidores de esta activa banda capitalina “Niñxs Muertos, Nunca Jamás” no debería ser ninguna sorpresa. 17 minutos total y absolutamente al grano, esparcidos en 12 (furiosas) pistas sin respiro alguno, hechas para fans del más intenso punk y crossover.
Fiel a sus raíces formativas, Alejandro Figueroa (cantante) perfila a Intenta Detenerme como un vehículo expresivo más amplio que el expuesto en su clásica banda Fuerza de Voluntad. Este cuarto disco en estudio potencia el rol social del cuarteto, siempre involucrado en causas y encuentros de su interés, el más reciente de ellos, una toma feminista en la Universidad Central. Hay varios tracks elocuentes en ese sentido y ‘Tras las rejas’ es un buen caso, apuntando a los simbolismos con los entornos carcelarios de varios establecimientos educacionales; también hay espacio para validar al straight edge (‘Tomando Libres Decisiones’) y condenar los graves maltratos en estos “centros de protección” designados por las autoridades.
Musicalmente, Intenta Detenerme luce super emparentado con los holandeses de Vitamin X, también hay huellas de SSD y ese circuito más clásico de Boston. El homenaje a Life´s Halt (América) no es ninguna casualidad y extiende la preocupación del grupo por condenar cualquier señal de racismo en nuestro entorno, algo tristemente amplificado entre noticias falsas y algunas (absurdas) concepciones del fenómeno migratorio en Chile.
“Niñxs Muertos, Nunca Jamás” resalta las cualidades y conciencia de Intenta Detenerme. Una buena dosis de fastcore con altura de miras para recargar energías en tiempos tan nefastos.
Por Francisco Reinoso.
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