"Qué triste es llegar a viejo
me decían algunos amigos,
pero eso siempre lo puse en duda.
Pues nunca pensé en verte tan abatido,
poco a poco los años fueron apagando
esa llama que había en tu vela interior,
nunca imaginé que eso llegase a suceder.
Hoy te veo tan destruido,
no esperas nada más de la vida,
te levantas sólo para saludar al día
y ver si algo bueno pasa.
Ya no pasa ni ocurre nada,
otro día más te vuelve a acabar.
Y el alcohol es tu guarida,
es el único paracetamol que te ayuda
a curar lo que hace mucho tiempo decidiste olvidar.
Es increíble lo que la vida te regaló,
pero nunca supiste apreciar
lo que ella te enseñó.
Y hoy te quedas con tu última caja de vino,
no te importa nada,
una vez más vuelves a beber;
total ya no tienes mucho que perder."
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