Después de 40 años de silencio, un grupo de antiguos componentes de la COPEL hemos decidido contar su historia, la de la intervención autoorganizada en la “Transición española a la democracia” de los presos sociales, para que se respetara nuestra condición de personas incluyéndonos en la amnistía.
A la muerte de Franco, la democratización del régimen dictatorial no es otorgada graciosamente desde arriba, sino forzada desde abajo por multitud de movimientos reivindicativos que, empezando por las huelgas salvajes organizadas por asambleas, conciben la democracia a su manera.
La amnistía, por ejemplo, no se consigue sino después de varios ciclos de movilizaciones callejeras, en enfrentamiento permanente con los antidisturbios y a costa de buen número de muertos.
Contar una historia, la de la COPEL, es lo que queremos. O, más bien, que la COPEL cuente su propia historia, puesto que en el equipo que realiza el documental, a un lado y al otro de la cámara, gente que participó, y los criterios para hacerlo se han discutido en todo momento entre todos ellos. Uno de los rasgos esenciales de la manera de organizarse de los presos en lucha y de la COPEL fue la horizontalidad, el hecho de que nunca llegara a haber una sola voz o un pequeño conjunto de voces que hablaran y decidieran por los miles de presos que, de hecho, la constituían, sino que ellos actuaban espontáneamente, de común acuerdo, impulsados por deseos, expectativas y valores compartidos por todos sin apenas acuerdo previo ni supervisión de ninguna clase.
El documental lo puedes ver aquí:
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