"El día se hace eterno,
oscuro se vuelve mi hogar.
Las luces están apagadas,
yo ya ni me quiero mover;
por favor que alguien me venga a animar.
Parece que todos se olvidaron de mí
o realmente nunca nadie estuvo importado
en lo que en aquéllos días yo jugaba a hacer.
Me hundo en mi cama sobre el humo
que recorre cada sector de mi habitación,
el olor a químico se impregna
sobre las viejas prendas que hay tiradas en el balcón.
Pero al fin suena el timbre quebrajado
que hay en las afueras de esta desolación,
se acerca la única persona que está conmigo
cuando estoy verdaderamente mal.
Y no me importa que ya nadie más crea en mí,
lo que de verdad agradezco es que aún estés aquí.
Por favor nunca dejes de ser como la luna,
que me abraza durante toda la noche
y me abriga mientras vuelvo a despertar."
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