Cristóbal Colón no descubrió América. Se descubre algo que es virgen, no un continente que estaba poblado por millones de personas, con culturas de élite y un desarrollo muchas veces superior al europeo. Después de aclarar la primer gran mentira, pasemos a la otras.
Colón no llegó a América el 12 de octubre. En esa época no existía el calendario Gregoriano actual sino que se usaba el Juliano, que fue suprimido por el Papa Gregorio en 1582, borrando diez días. Por lo tanto, Colón vio tierras americanas un 20 o 21 de octubre.
¿Cuántas veces te hablaron en el colegio de las Tres Carabelas? Colón no viajó con tres carabelas, sino con dos carabelas y una Nao. Las nao tenían castillo de proa y las carabelas no.
Sin repetir y sin soplar ¿cómo se llamaban las naves? Y seguro crees que son La Pinta, La Niña y La Santa María. Se conoce el nombre real de dos de ellas. La Niña en realidad se llamaba Santa Clara y la Santa María en realidad se denominaba María Galante. En esa época las naves eran bendecidas y se botaban al mar llevando el nombre de santas. De la nave que no se sabe su denominación es de La Pinta, pero de ninguna manera ése era su nombre.
Dicen que Colón quería probar que la Tierra era redonda. Ya 1.200 años antes de su viaje los matemáticos griegos ya habían señalado que la Tierra era redonda, no plana. Incluso el griego Claudio Ptolomeo escribió el Almagesto (en el siglo II), un tratado que describía la esfericidad de la Tierra. Y todos los científicos y estudiosos europeos conocían eso en los tiempos de Colón.
Ya dijimos que Colón no descubrió un continente que no era virgen. En 1492 habría ciudades en América que eran superiores en todo a muchas de Europa. Especialmente en tamaño, cultura, arquitectura, uso de la agricultura y hasta explotación de rutas comerciales. El nuevo continente estaba habitado desde hacía miles de años. Además, Cristóbal Colón moriría creyendo que sus viajes habían sido ¡a Asia!
Don Cristóbal era un ladrón de guante blanco. Es que los Reyes Católicos habían prometido una recompensa de 10.000 maravedíes al primero que avistase tierra. Y ese fue el marinero Rodrigo de Triana que ni se llamaba Rodrigo ni era de Triana. Su verdadero nombre era Juan Rodríguez Bermejo, y era natural de Lepe (Huelva). Lo cierto es que fue él quien primero vio tierra, pero el mentiroso de Colón no le dio la recompensa argumentado que fue él quien la había divisado la noche anterior en forma de luces. El que embolsó la suma fue Colón y Rodrigo de Triana, que estuvo a punto de ser millonario, se sintió estafado. Renegó de la fe católica y se fue a vivir al África navegando como pirata.
El documental lo puedes ver aquí:
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