"Quiero ser como ese gato
que todas las noches se sube a mi tejado
a contemplar esa vieja luna,
quizás para pensar de lo que ha hecho
y lo que ya no se anima a hacer.
Me gustaría transitar por ese lado
que aún nadie puede ver,
no es que me guste la oscuridad
pero me gustaría saber qué es lo que hay ahí.
Tantos años ese lugar en desolación,
por eso es que me atrae su atención,
nadie más quiso estar en un lugar sin ambición,
tenían miedo a las historias que les contaron
cuando les dijeron que este mundo ya no tenía salvación.
Es por eso que a veces cuando estoy medio mal
recurro a los recuerdos que dejó mi abuela
cuando ingreso a su hogar por el atardecer,
y me veo de niño jugando con el gigante rompecabezas
o con los autos que me regaló mi tío
en esa vieja noche de navidad.
Porque el hogar de ella es como la luna;
muchos la pueden observar pero muy pocos pueden entrar,
muchos la quieren mirar pero muy pocos se pueden quedar.
Porque el hogar de ella es como la luna;
no importa lo vieja que esté, más así siempre brillará,
no importa lo antigua que se ve, más así será un hermoso vestigio
que siempre nos gustará recordar."
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