A estas alturas del partido, cualquier persona que sigue atentamente la carrera de Weichafe sabe que su consigna es romper los esquemas poniendo a prueba todo lo que los rodea.
Esa actitud confrontacional alcanzó un punto álgido en “Mundo hostil” (2016), disco en el que apostaron por una visión mucho más amplia y conectada con la situación latinoamericana, lo que los llevó a radicarse en México para masificar su música en otras latitudes.
En ese contexto llega “Nacemos libres” (2018), registro que surge de la necesidad de tomar una posición ante la problemática de los derechos sexuales y reproductivos desde el mundo del rock, mirada que la banda aborda con respeto en un trabajo que no solo está a favor de la diversidad en su lírica, sino que también escarba en lo más amplio del cancionero popular para darle nueva vida a canciones que fomenten una reflexión necesaria ante este tema y sirvan como influencias para un track homónimo que muestra lo que han aprendido en este período de internacionalización.
Este nuevo EP es el primero creado íntegramente en el país del norte y también el debut de Diego Ormazábal tras la salida de Roberto Ugarte en noviembre del 2017, llegada que fue bien recibida en el ambiente weichafero debido a que el baterista ya había acompañado a Angelo Pierattini en su tramo como solista. No cabe duda de que la afinidad entre los integrantes es un factor decisivo para que las composiciones fluyan de manera natural, además de ser el punto de partida para que las colaboraciones aporten a su cohesión, rasgo que se materializa con creces en la homónima ‘Nacemos Libres’, que gana altura gracias a los arreglos orquestales del productor y músico Andrés Celis, y a un espectacular solo de guitarra de Alain Johannes que quiebra la armonía base, dándole un toque dramático que refleja la difícil situación que vive la comunidad LGBTI+ y que Angelo retrata en la desgarradora frase: “me vas a amar, aunque el mundo nos quiera matar”, una sentencia que no es una pregunta, sino que una bandera de lucha para visibilizar una dolora realidad.
A su vez, la temática de género también converge en una elección de covers que abraza la música popular para derribar el muro que pareciera existir entre esta y el rock, escogiendo dos canciones cantadas por mujeres como ‘Así fue’, que mantiene el enfoque femenino de Isabel Pantoja, y ‘¿Quién es el ganador?’, versión en español del clásico de ABBA ‘The Winner Takes It All’, que se unen a la inmortal ‘Estrechez de corazón’ de Los Prisioneros, en la que los elementos electro pop de la original desaparecen para dar paso a bajos rotundos, guitarras pesadas y baterías potentes que desembocan en interpretaciones de gran intensidad que han sido una constante para un grupo especialmente propositivo a la hora de homenajear a sus influencias y que sabe que estas piezas no hacen más que aportar a un catálogo que busca amplitud para no encasillarse.
El mensaje de “Nacemos libres” es potente por donde se le mire. Desde su portada con el retrato del transformista mexicano Anuar hasta sus eclécticos pasajes musicales, este nuevo trabajo del trío chileno invita a liberarnos de las barreras que nos separan y avanzar en pos de una visión que permita cambiar el paradigma, aprendiendo a valorar la diversidad sin prejuicios sociales, religiosos o políticos, pero también sacando al rock de una espiral elitista en la que muchas veces se ve sumergido por una superioridad autoimpuesta que estrecha su percepción y lo estanca. Eso es precisamente lo que Weichafe ha atacado desde el día uno y hoy está más patente que nunca, como si abriera las venas de Latinoamérica para seguir escribiendo su historia en la calle.
Por Pablo Cerda.
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