Con la aparición del anterior “The Color of the Sun” (2015), Coheed and Cambria decidió relegar a un segundo plano las Amory Wars para sumergirse en el mundo interno de Claudio Sanchez y plasmar en su música el momento crucial que vivía la mente maestra de la agrupación.
De eso ya han pasado tres años, período suficiente para que los estadounidenses renovaran sus ganas de regresar a lo conceptual con “Vaxis - Act I: The Unheavenly Creatures”, un nuevo arco narrativo que, según el propio Sánchez, se puede definir como una especie de “Bonnie and Clyde” intergaláctico que se mezcla con “Tommy” de The Who y clásicos como “Frankenstein”, “El monstruo de la laguna negra” o “Switchblade Sisters” para configurar una ópera rock llena de armonías y pasajes instrumentales que retratan las aventuras de Nonstrad (Creature) y Nea (Sister Spider), pareja de criminales que son perseguidos por Colossus mientras luchan por sus vidas para escapar de una prisión espacial conocida como The Dark Sentencer.
Esta nueva saga sirve de vehículo para que Coheed And Cambria desate todo su amor por las historias fantásticas en una producción de largo aliento que los ve mucho más cómodos, aspecto que se nota desde la partida cuando la bella introducción de piano ‘Prologue’ prepara el escenario para entrar de lleno en la complejidad de ‘The Dark Sentencer’ y definir desde el principio los parámetros en juego: canciones épicas, aura retro y gran sentido de la narrativa.
Ningún corte baja de los cuatro minutos, lo que hace que el disco se pueda sentir un tanto extenso a ratos, pero este factor no opaca la gran capacidad que tienen los neoyorkinos para fabricar un producto disfrutable con coros gigantes en ‘Love Protocol’ y ‘Toys’ o hacer gala de su gran pericia instrumental generando momentos de real urgencia y luminosidad en ‘True Ugly’ o ‘The Pavilon (A Long Way Back)’. Los sintetizadores destacan de sobremanera en ‘Unheavenly Creatures’, ‘Night Time Walkers’ e ‘It Walks Among Us’ no solo para reforzar los guiños nostálgicos a la ciencia ficción ochentera, sino que para darles un sentido de vulnerabilidad y delicadeza a tracks que logran mantener la atención del auditor para que este sepa que siempre hay algo pasando. De hecho, la narrativa del álbum está tan bien construida que las canciones tienen vida propia, pero en conjunto mantienen una trama que guarda momentos intensos en la oscuridad desatada de ‘Black Sunday’, el exacerbado dramatismo de ‘Queen of the Dark’ y la agresividad de ‘The Gutter’, sin dejar de lado la celeridad en tono post hardcore de ‘All On Fire’ hasta llegar a la energética ‘Old Flames’, que podría haber puesto el punto final por todo lo alto, pero cae la reposada ‘Lucky Stars’, en lo que podrían entenderse como una cortina musical para los créditos de esta primera parte que tendrá cinco continuaciones.
Siempre es positivo que en plena época de lucha por el single con más reproducciones en los servicios de streaming persista la preocupación por el disco como un todo que cuente una historia más que como una mera colección de canciones. Dicha inquietud siempre ha estado vigente en el lado progresivo del espectro musical y lo mejor es que esto no se limita solo a bandas longevas, siendo Coheed and Cambria uno de los exponentes modernos que ha formado universos conceptuales completos alrededor de su discografía y que con “Vaxis - Act I: The Unheavenly Creatures” bajo el brazo tiene argumentos poderosos para volver a llevar a sus fanáticos, y por qué no a los recién encantados, a un viaje interestelar en el que el disco vuelve a ser importante.
Por Pablo Cerda.
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