"Me encierro en las calles
y las esquinas me invitan un rato
a liberarme del mal,
a despojarme de lo real.
Ya no quiero escuchar más espantos
que asechan la calma
cuando quiero estar en paz,
busco respuestas donde nadie
me las ha sabido entregar.
Sólo la calle me ayuda
por un rato a olvidar
que se me olvida que a la casa
debo regresar.
Me aburrí del bien,
me cansé del mal,
ya no espero nada más.
Sólo mi cama me abrigará
cuando alguien se enfríe con mi calor.
Y no me olvido de los adictos
que ya no volverán,
pues la vida de ellos se olvidó
y la muerte se los llevó.
No es que quiera por la selva vagar,
pero tras las rejas de mi prisión mental
nada bueno voy a encontrar,
por eso es que me interno
en los barrios para analizar
lo bueno que puedo hallar."
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