Es uno de los clichés más utilizados por los enciclopedistas del rock. Que siempre que hay una crisis interna, los grupos terminan despachando discos clásicos, imperdibles, verdaderas obras de arte. Si eso es cierto, entonces The Strokes acaba de sellar la excepción a la regla. Porque lo primero que queda claro tras escuchar “Angles”, el primer título original en cinco años y el cuarto de una carrera iniciada en 1998, es que este conjunto quiere cualquier cosa menos trabajar en conjunto.
A diez años de que su vibrante debut despertara de la siesta a los viudos de la onda alternativa de los noventa, los neoyorquinos retornan con un trabajo que parecen haber armado a la rápida y con muy poca vergüenza ajena. Y esto no es fruto de la imaginación de nadie. Fue el propio Julian Casablancas, el cantante del quinteto y el más reacio a la reunión que los llevó a terminar con este “trámite”, el que ha confesado que las cosas no andan nada bien con sus colegas y que hizo lo mejor que pudo cuando llegó a poner las voces sobre un disco cuyas bases ya habían sido compuestas por separado.
Por eso es que “Angles” parece tener ese daño estructural. La falla de origen de un álbum que, claramente, fue montado por partes y con poca dinámica grupal. Cuando eso pasa, cuando algo se cocina con la misma dedicación del que recalienta la comida de ayer, quedan canciones a medias como ‘Games’ (flojísimo esfuerzo de pop sintetizado), ‘Metabolism’ (oda al desgano rockero con una guitarra de impostado espíritu progresivo) y ‘You’re So Right’ (aburrida melodía armada sobre dos notas y majadera en reiteraciones de frases y acordes).
Esto es distinto a lo que pasó con “First Impressions of Earth” (2006), un disco donde los neoyorquinos parecían empeñados en componer de otro modo y encontrar nuevos ritmos. Y lo consiguieron si perder la frescura ni la urgencia de sus anteriores trabajos. Pero ahora, aunque intenten defenderlo por su espíritu minimalista y afán exploratorio, “Angles” simplemente no termina de despegar. Sólo en ‘Under Cover of Darkness’, el primer sencillo, y en ‘Gratisfaction’, canción guitarrera y luminosa, asoma algo de un grupo que hoy parece una tropa de viejos amigos a los que se les acabó el tema de conversación.
Si quieres descargar su disco, haz click aquí:
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