miércoles, 19 de febrero de 2014

MARCEL PROUST, UNA VIDA DE ESCRITOR

Marcel Proust nació en el barrio parisino de Auteuil, Francia, el 10 de julio de 1871 y murió, también en París, el 18 de noviembre de 1922. Fue un novelista, ensayista y crítico cuya obra maestra, la novela En busca del tiempo perdido (À la recherche du temps perdu), compuesta de siete partes publicadas entre 1913 y 1927, constituye una de las cimas de la literatura del siglo XX, enormemente influyente tanto en el campo de la literatura como en el de la filosofía y la teoría del arte.

Proust nació en una familia judía acomodada y cultivada (su padre era un médico de renombre internacional y su madre una mujer muy cultivada) y siempre estuvieron cubiertas sus necesidades materiales durante toda su corta vida. Fue un niño hiperprotegido por una notoria fragilidad de salud, estado que lo acompañaría durante el resto de su vida, generalmente en forma de ataques de asma, hasta sus últimos años de encierro y su temprana muerte a los cincuenta y un años.

Ya de joven comenzó a frecuentar los salones aristocráticos, lo que le permitió conocer a toda clase de literatos y artistas y, al mismo tiempo, le valió una fama de snob sobre la que André Gide, escritor y editor de la Nouvelle Revue Française, se fundaría más tarde para rechazar el manuscrito de À la recherche... casi sin leerlo.  Se sirvió de la fortuna familiar para vivir sin trabajar y dedicarse a escribir, aunque sin ningún éxito por más de veinte años; en ese tiempo, sólo consiguió escribir una novela que nunca concluyó y que no publicó, además de artículos y traducciones que no recibieron demasiada atención.

En 1907, comenzó la que sería la primera parte de su gran novela y que titularía Por el camino de Swann (Du côté de chez Swann), publicada en 1913 a cuenta del autor. La segunda parte, A la sombra de las muchachas en flor (À l'ombre des jeunes filles en fleur) obtuvo el Premio Goncourt en 1919, primer reconocimiento de cierta notoriedad que Proust recibió cuando le quedaban sólo tres años de vida. Muy enfermo, dedicó esta última etapa exclusivamente a terminar su obra maestra, encerrado en su casa y sin ver casi a nadie. Sin haberla acabado, murió en noviembre de 1922 de una bronquitis mal curada. Su hermano tomaría a su cargo la edición de los manuscritos, que fueron apareciendo uno a uno hasta que en 1927 se publicó el tomo séptimo y final: El tiempo recobrado (Le temps retrouvé).



El documental lo puedes ver aquí:

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