jueves, 15 de septiembre de 2016

A 30 AÑOS DEL "PATEANDO PIEDRAS"

El segundo disco de Los Prisioneros cumplió nada menos que tres décadas este 15 de septiembre, que en su momento fue lanzado en casete dentro del país y vinilo en otros lugares de Sudamérica. Este fue el primer álbum de la banda en ser editado por una compañía multinacional, era conceptual y retrataba la sociedad chilena de los 80′.

Pateando Piedras es un álbum conceptual (y segundo disco de estudio) del grupo chileno Los Prisioneros. Fue lanzado al mercado el 15 de septiembre de 1986 en formato casete en Chile y vinilo de 12 pulgadas en otros países de Sudamérica. Se trató del primer álbum del grupo en ser editado por una compañía multinacional. Vendió cinco mil copias en su venta anticipada, y llegó a las diez mil unidades vendidas en poco tiempo. El álbum fue antecedido por el exitoso sencillo, «Muevan las industrias», que mostraba al grupo adquiriendo influencias del tecno europeo de bandas como Depeche Mode, y abandonando el sonido simple de guitarra, bajo y batería que había caracterizado su álbum debut, La voz de los '80, en 1984.

"Pateando Piedras" recibe su título de una de las canciones más emblemáticas de la banda, "El baile de los que sobran", tema que presenta una fuerte crítica social por parte de su compositor principal, Jorge González, que el mismo define como un "canto a los jóvenes marginados tras salir de la educación formal", y que se ha transformado en una de las canciones más importantes de la historia de la música popular chilena.


Pateando Piedras significó el salto de la banda a la masividad y la derrota a la censura impuesta por el oficialismo, al vetarlos en la televisión y en los medios controlados por la dictadura. El 1 de noviembre de 1986 el grupo promocionó el disco con dos recitales a tablero vuelto en el Estadio Chile. El álbum se hizo famoso por sus letras concentradas en temas sociales, sonido bailable con componentes electrónicos y la personalidad de la banda, además de canciones de gran éxito radial como «Muevan las industrias», «Quieren dinero», «Por qué los ricos» o «¿Por qué no se van?».

Pateando piedras fue escogido como el 15º mejor disco chileno de todos los tiempos, según la revista Rolling Stone Chile. De esta manera, comparte un importante lugar en la historia musical de Chile. Fue reeditado en CD por primera vez en 1991, luego en 1995 y en 2011 fue remasterizado junto con los álbumes "La cultura de la basura", "La voz de los '80" y "Corazones".


Antecedentes


Jorge González compuso Pateando Piedras en la carretera cuando Los Prisioneros estaban cubriendo demandas de conciertos por todo Chile.

«Cuando pienso en Pateando Piedras, evoco algo provinciano, limpio, y especialmente me acuerdo de Concepción, porque gran parte de esas canciones se hicieron mientras tocábamos en el sur.»

Jorge González.

En 1985 Jorge González incorporó al grupo los teclados. Él y Miguel Tapia -como señala el guitarrista de la banda Claudio Narea- se habían hecho seguidores de Depeche Mode y de otros grupos que utilizaban el teclado como instrumento principal. González adquirió un Casio CZ 101, de teclas minúsculas, y más tarde compró uno igual. Con este instrumento compuso «¿Quién le tiene miedo a las máquinas?», «Pendiente fuerte de ti», «Ellos dicen no» y «Muevan las industrias» que hicieron su debut en agosto de ese año en una presentación en el Teatro Cariola. Las dos últimas canciones fueron las únicas que se incluyeron en el segundo álbum del grupo, mientras que la canción «Ellos dicen no», que hablaba sobre los medios de comunicación que les cerraban las puertas, fue completamente modificada y se convirtió en «Por favor».

La canción que abre el disco es “Muevan las industrias”, con esos sintetizadores que le brindan un ambiente poderosísimo a la lírica. Noten que empiezan con una forma distinta a la positividad de “La Voz de los 80”. De la fuerza que se siente venir, pasan a una canción que habla de la miseria de la gente que las despiden de un día para otro, dejándolas en la calle sin saber qué hacer. Con esta potencia estremecedora le damos al vamos de este disco.

En canciones como “¿Por qué no se van?” tenemos el lado más ácido de la banda, dirigidos a aquellos artistas snobs que creen que su arte es incomprendido y por otro lado en “Quieren dinero” retrata una verdad que hasta ese entonces nadie quería asumir, muchos están donde están por las lucas. Y ésta canción musicalmente es un intento de incorporar el sonido western (que se nota en el riff de guitarra) y el sonido más pop. De hecho, si buscas la canción “I Feel Love” de Donna Summer te darás cuenta que es la misma progresión de acordes.

Tenemos joyitas como “Estar solo” y “Por Favor”, que si bien no son de las canciones más conocidas de la banda, los fanáticos las aprecian mucho. Ambas reflejan ideas de relaciones interpersonales.  Así también lo es la canción más baja del álbum y de las más olvidables del catálogo de los sanmiguelinos, me refiero a “Una mujer que no llame la atención”, que al menos tiene una hilarante letra reflejando el machismo clásico chileno. El sonido en estas canciones más Depeche Mode se hace notar mucho más, brindando una oscuridad y misterio.

Tampoco se abandonan los acordes Clasheros en su totalidad, en el track “Por qué los ricos” tenemos este sonido más punk, donde volvemos a estas ideas dominada por las guitarras. Con mucha ironía hablando de que los ricos no son superiores a los pobres intelectualmente, sólo viven en condiciones diferentes.

Dejé para el final dos canciones que, al parecer de este humilde servidor, son de las mejores en cuanto a la brillantez de Jorge González como letrista y compositor.  Por un lado, tenemos a “Independencia cultural”, que es el tema que cierra el disco y que ironiza con la falta de identidad que tenemos los chilenos, teniendo que copiar a lo de afuera constantemente hasta en la forma de vestirnos o peinarnos. Esta es una de las lecciones que tenemos que rescatar cada vez que escuchamos este álbum, podemos usar sintetizadores y equipos más sofisticados, pero no olvidemos que tenemos una identidad muy linda. “No te disfraces, no te acomplejes, eres precioso porque eres diferente”

Y cómo olvidar a la canción que hablé al inicio de este especial, esa que le dio el status de leyenda a Los Prisioneros y que estoy seguro que cada chileno la ha cantado alguna vez en su vida (o al menos imita los sonidos de los perritos ladradores): “El baile de los que sobran”, la cual significa un punto altísimo en la historia de la música chilena. ¿Qué tiene esta canción que nos impacta tanto? Primeramente, es una canción que combina este lado más folclórico/acústico con la parte más dance/electrónica. Y sumado a la letra que refleja esta desigualdad económica que hasta el día de hoy nos cuesta salir.  Lo más curioso de esto es que es un track que era de relleno, Jorge la hizo a la rápida para poder completar el minutaje del álbum. Pero esos son detalles, ¿no?

“Pateando Piedras” significa la consolidación completa de nuestra querida banda nacional, más que por hacer un disco de alta fidelidad, sino que por mostrar una honestidad tan única que el pueblo chileno se identificó con ellos. El pop chileno por fin logró su independencia cultural. Este álbum marca el camino de melodías por el que después pasaron Los Tres, La Ley, Los Bunkers, Camila Moreno y Gepe. Y estoy seguro que las futuras generaciones crearán sus acordes en base a lo que Jorge, Miguel y Claudio nos enseñaron. Una vez más, gracias muchachos.

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