EL DEFRAUDE LLAMADO: CENSO 2017

A un día del malogrado Censo queremos compartir las palabras de una ciudadana con la cual nos sentimos muy identificados, basada en la experiencia personal del cuestionario y las preguntas que tuvo que responder. Advertimos que nos queremos reservar la identidad de la compañera porque en toda parte ella hoy es la voz de quienes nos sentimos parte de este defraude llamado Censo 2017. 

¿De qué sirve el Censo, para que te pregunten quién es el jefe de hogar?, ¿me están hueveando? Con todas las marchas, con todas las asesinadas, con toda la teoría que se ha construido con la perspectiva de género, de las relaciones de dominación. El Estado sigue exigiendo la presencia de un jefe de hogar. 

Más allá del género, porque obviamente una mujer podría decir "yo soy la jefa de hogar"; pero el tema va al concepto de "jefe". ¿Por qué en un hogar, en una familia debería haber un jefe?, ¿y por qué además ese jefe se mide según cuánto dinero lleves a la casa? Eso es PATRIARCADO puro. 

Segundo Punto. Todos los millones invertidos en este famoso Censo ¿para sólo saber cuántos somos? En verdad, ¿sólo esos datos justifican sus políticas públicas? No les interesa saber si somos allegados, usufructuarios, dueños o arrendatarios del inmueble, ¿por ejemplo? Claro que no les interesa, claro que no quieren tener el dato duro y escandaloso de cuántos somos los sin casa porque con el sueldo en este país los pobres no tenemos derecho a meternos con los intereses de las inmobiliarias, no chatito. 

Pero quédense ahí, sigan jugando a hacer políticas públicas parches, que nosotros y nosotras tenemos la rabia paría ya, ustedes jamás serán capaces de cubrir nuestras demandas, seremos nosotros y nosotras, los sin casa, los endeudados, los que hablamos como la callampa, los que malabáreamos pa' llegar a fin de mes, los sin patria, quienes conquistaremos nuestra dignidad.