"Que tanto mal había ahí,
donde transitaba el alma y la razón.
Lo tenía todo para ser feliz,
pero siempre me faltaba un motivo.
Siempre fui el rey de la terquedad,
había una forma de hacer las cosas,
más yo, buscaba una manera especial
de complementar ciertos cuerpos.
Ahora que he soñado, ahora que he despertado
no me puedo acordar de su nombre.
Todo parecía tan real, todo era esencial,
era tan bello poder ser su hombre.
Quisiera encontrar la sombra
que hay en la brisa de la piel,
sentir la calidez del abrazo que nos dimos
cuando nos sentimos por primera vez.
Caminar de la mano
y desnudarnos entre besos,
sé que algunas cosas están prohibidas
pero nunca respeté eso en mi vida.
Hay un maldito castigo
que aún no tiene una terminación,
necesito en mi destino ese sosiego
como el que sentí anoche en mi sueño."
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