jueves, 21 de junio de 2018

A PESAR DE LAS CRÍTICAS PIÑERA MANTENDRÁ LA PRESIÓN POLICIAL

Así lo indicó el mandatario, donde respondió a las advertencias hechas por los jueces que temen que el alto número de casos pueda provocar el colapso del sistema de Justicia.

"Aunque saturemos los tribunales de Justicia, (...) vamos a seguir haciendo estas rondas de vigilancia preventiva, vamos a seguir sin tregua y sin cuartel la batalla contra la delincuencia y el narcotráfico, porque ya no son como antes, ahora son enemigos poderosos, implacables, crueles", dijo Piñera a los medios. En total, unos 10.000 carabineros participaron en el operativo desplegado este sábado en la madrugada por todo el país, pero especialmente en barrios del sur de Santiago y otros sectores del país donde existe una mayor percepción de inseguridad.

Como resultado, además de los detenidos, fueron decomisadas 268 armas, 6.416 municiones y 79 kilos de droga. Las palabras de Piñera llegaron a pocas horas de que se produjera la reunión entre el mandatario y el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Haroldo Brito, que se celebró en el Palacio de La Moneda. En ese encuentro, Piñera le reitera a Brito su intención de dirigir un Gobierno "que tenga la mano muy firme" contra la delincuencia. "Escuché que los tribunales de Justicia estaban saturados. De eso se trata, de que todos unamos fuerzas, el Gobierno, la ciudadanía, los municipios, las policías, los fiscales y los jueces para combatir con mayor fuerza, decisión y eficacia la delincuencia", continuó el presidente.

El ministro del Interior, Andrés Chadwick, subrayó el pasado sábado que este es el cuarto operativo de este tipo que el Gobierno realiza desde que asumiera el control del Ejecutivo en marzo, que en total han permitido realizar más de 17.000 detenciones. "Seguiremos haciendo estos operativos especiales en distintas oportunidades con la misma frecuencia y de forma sorpresiva para que los delincuentes sepan que en cualquier momento se van a encontrar con Carabineros en la calle", dijo el ministro del Interior a medios locales. 

Este último operativo comenzó en el barrio de La Pintana, una de las zonas más peligrosas de la capital chilena y donde hace unos días un cabo de Carabineros fue asesinado a tiros por un narcotraficante. Entre todos los detenidos, 3.084 fueron sorprendidos cometiendo los delitos en ese instante y otros 1.801 tenían órdenes de aprehensión previas y fueron capturados en controles preventivos de identidad.

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